El hecho de que la mayoría de congresistas rechazaran la realización de nuevas elecciones generales, este 16 de diciembre, es la "cereza del pastel" que evidencia cuán podrida está nuestra clase política. Es un insulto a nuestra inteligencia su justificación: promulgación de nuevas leyes y reglamentos, para no repetir la elección de candidatos presidenciales y congresisttas corruptos o faltos de preparación.
Ellos han demostrado, hasta el cansancio que, cuando se proponen algo para su conveniencia, lo realizan rápidamente y sin mucho trámite. Sus dichosas modificaciones se planearían y ejecutarían en un par de meses, si de verdad quisieran hacerlo, pero este no es el caso.
¿Qué más pruebas faltan para cerrar el Congreso? Ellos saben muy bien de que Dina Boluarte es un personaje débil, manipulable, sin carácter. Les conviene mantenerla en el poder; y así lo harán, so pretexto de defender la democracia en el país. ¡Patrañas!

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