Estoy leyendo un informe publicado en "El Inspector". Dice que estamos en pleno boom empresarial. En La privatización de la educación, así se titula la investigación, Jaime Fuertes afirma que las academias están en el ojo de la experimentación y explotación. ¡Qué vaina! ¡Y yo trabajo en una!
Así termina el informe:
Las grandes empresas educativas, en realidad, son solo eso: empresas que ofrecen un servicio; en este caso, el de educación. No hay humanismo. Las cabezas de estas empresas consideran al estudiante un producto. Tutores y profesores son la clave para ganar más dinero.
En estos consorcios empresariales de la educación, sobre todo en los colegios, ningún estudiante repite el año. Todos aprueban, aun los "peores" que son los más malcriados y desprovistos de interés por aprender. Así jalen una y otra vez, tres o cuatro materias. Solo se trata de dar un dinero más (vacacionales). Todo estudiante es recibido si hay dinero. Salvo casos extremos.

